¡Suerte, bonita!

Ayer, mientras estaba limpiando uno de los recintos de gatos del albergue en el que colaboro, llegó una compañera y me dijo que alguien había venido a buscar a Blanquita. "¿Y eso?", pregunté yo. "¡Pues que la han adoptado!". A la alegría lógica por la adopción de uno de los peques se unía esa sensación de que los milagros, a veces, existen.

Veréis, Blanquita es uno de esos casos catalogados como difíciles. Es una gatina blanca que padeció un grave accidente de cachorrilla. A pesar de la intervención veterinaria, una de sus patas traseras no quedó bien del todo (la conocíamos cariñosamente como Patachula) A esto hay que unir el hecho de que tiene un ojo de cada color, es sorda, no se lleva bien con otros gatos y padece leucemia, como veis, toda una colección de agravantes a la hora de plantear su adopción. Pero, contra todo pronóstico, esta pequeña ha encontrado por fin a su familia.

Había tanto trabajo que ni siquiera pude despedirme. Sólo espero que Blanquita esté bien y que se adapte a su nueva vida como la princesilla mimada que siempre debió ser. Y que se olvide de mí, del resto de voluntarios, del albergue y de todo lo malo que ha vivido y que espero que quede para siempre en su pasado.

¡Suerte, bonita!

Para que veas....me alegro mucho, ojalá que seas muy feliz patachula

A veces pasan cosas buenas, sí!

Muchísima suerte y sé muy feliz!

oeeee oaaaaa la blanqui ha salido yaaa
oeee oaaaa para vivir en su casa y remolonear

bien por esas maravillosas personas que la han adoptado

Qué alegría da leer estos casos, le alegran a una el día.

Qué buena noticia! Ojalá muchas adopciones difíciles como esa salieran al menos una vez al mes.... No es tanto pedir coña!!!

Que seas muy feliz pequeña!!!