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 El gato geriátrico

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Aziza
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MensajeTema: El gato geriátrico   El gato geriátrico EmptyVie Nov 28, 2008 11:26 pm

El gato geriátrico
Por María Luisa Palmero Colado, veterinaria y etóloga


El problema, al igual que en medicina humana, es la falta de prevención de las enfermedades, ya que se tiende a atribuir muchos de los síntomas a la "vejez" y que no se puede hacer nada por evitarlos. No se suele acudir al veterinario cuando aparecen los primeros síntomas como por ejemplo el aumento de la sed, o aumento de la micción, por lo que en muchas ocasiones se detecta la enfermedad en un estadio muy avanzado, resultando casi imposible su tratamiento.

Debemos saber que la mayoría de las enfermedades de los gatos viejos, pueden ser tratadas y aunque no siempre sean curables, el tratamiento mejora su calidad de vida. Hoy en día, la mayor concienciación respecto a estos problemas y la realización de analíticas de rutina al menos una vez por año a partir del séptimo año de vida, hacen que nuestros gatos viejos estén cada vez mejor cuidados. Veremos a continuación los problemas más frecuentes que afectan a nuestro gato.


Alteraciones Sensoriales

El envejecimiento provoca síntomas bien conocidos por todos: Disminución del estado de alerta, periodos de sueño más prolongados, falta de atención, disminución de actividades como el juego, disminución de la coordinación y en algunos casos pérdida de los hábitos de aseo: nuestro gato viejo por tanto será un gato mucho más tranquilo.

· Olfato: Suele disminuir según avanza la edad, aunque no implica perjuicios para el gato a no ser una ligera pérdida del apetito en algunos casos.

· Audición: Su pérdida está descrita con muy poca frecuencia en gatos.

· Vista: Existen cambios perceptibles siendo los más habituales: la presencia de papilomas en párpados, que deberán ser extirpados quirúrgicamente si provocan irritaciones oculares, la mayor viscosidad de la lágrima, lo que nos deberá hacer limpiar los ojos del gato con suero fisiológico frecuentemente. La presencia de cataratas que a pesar de ser notorias, no implican una pérdida grave de visión. Ante la aparición de cataratas bilaterales de presentación rápida, deberemos acudir al veterinario para que descarte la presencia de diabetes en nuestro gato, ya que pueden ser reversibles con un tratamiento adecuado.

· Gusto: No es frecuente su pérdida. Debemos sin embargo comprobar periódicamente el estado de la boca de nuestro gato: los problemas más frecuentes son la aparición de gingivitis y sarro , que si no son corregidos con limpiezas de boca, pueden degenerar en enfermedad periodontal (infección de encías grave) y alteraciones cardiacas debido al paso continuo de bacterias de la boca a la circulación sanguínea. Podremos además detectar la presencia de halitosis (mal olor) y úlceras en lengua, que harán que a nuestro gato le resulte muy doloroso comer, lo que indica alteraciones renales importantes.


Alteraciones Cardiopulmonares

Su detección es relativamente sencilla para el propietario de un perro, pero no así para el de un gato: la poca actividad que desarrollan nuestros gatos caseros nos impide apreciar que nuestro gato presente intolerancia al ejercicio – toses y fatiga excesiva tras un ejercicio suave-. Es debido a esto que periódicamente a partir del 5º año de edad, deberemos realizar radiografías de tórax para detectar cambios en el corazón y pulmón.

La patología más frecuente es la Cardiomiopatía hipertrófica, consistente en un aumento del volumen del corazón. Esta patología se va instaurando poco a poco hasta que súbitamente el corazón no puede ejercer su función adecuadamente por más tiempo y aparecen ya los síntomas graves: respiración dificultosa, adelgazamiento extremo, anorexia, parálisis de extremidades posteriores por trombos, tos continua... y si no se trata la muerte por parada cardíaca. Por ello, si apreciamos que nuestro gato adelgaza sin causa aparente, tose de vez en cuando y se fatiga, debemos acudir al veterinario sin más demora para poner el tratamiento adecuado y mejorar y aumentar su calidad de vida.


Alteraciones Renales

La Insuficiencia Renal Crónica es la causa principal de muerte en gatos ancianos. De hecho muchos gatos viven con una insuficiencia renal "compensada", es decir, sin síntomas aparentes.

Para que esto se comprenda, debemos saber que los riñones son capaces de funcionar correctamente a pesar de que hasta un 70% de sus células no sean funcionales. Pero al tratarse de una enfermedad progresiva, llega un punto en que ya no son capaces de compensar esta pérdida continua de células, apareciendo entonces la sintomatología grave de esta patología: adelgaza progresivamente, bebe más agua de la normal, hace más pis de lo normal, y cuando la enfermedad progresa, anorexia, deshidratación, intoxicación por urea (metabolito tóxico que en condiciones normales debería ser metabolizado por el riñón) y muerte.

Conociendo la evolución de esta patología, debemos saber que el mejor método para prevenirla es la realización de análisis de sangre periódicos, lo que aportará información muy valiosa al veterinario sobre cómo está funcionando el riñón del gato, y si éste no lo hace correctamente, a pesar de la ausencia de síntomas, instaurar el tratamiento precoz más adecuado en cada caso para así evitar que la enfermedad progrese.


Alteraciones Reproductoras

La mayoría de los gatos, tanto machos como hembras, están castrados cuando llegan a la edad geriátrica. Si no ha sido así, debemos estar atentos a la aparición de un proceso muy frecuente en la hembra como es la Piometra : infección del útero que ocasiona el acúmulo de pus en su interior.

Existen dos presentaciones diferentes de este proceso:

· Piómetra abierta: el cervix (comunicación entre útero y vagina) está abierto y por tanto el exudado purulento sale continuamente al exterior. La gata por tanto se lamerá contantemente la región perianal para mantener esa zona limpia.

· Piómetra cerrada: es más grave que la anterior ya que el cervix está cerrado y todo el exudado purulento se acumula en el interior con el consiguiente peligro de rotura del útero y peritonitis. En este caso la gata presentará el abdomen abultado.

En ambos casos la gata adelgazará, beberá más agua y hará más pis, tendrá fiebre y estará muy decaída. La solución en ambos casos es quirúrgica extirpándose los ovarios y útero. Con respecto al macho, los problemas prostáticos a diferencia del perro son muy poco frecuentes.


Procesos Tumorales

Los tumores comienzan a ser más frecuentes según avanza la edad de nuestro gato, siendo mayor la incidencia a partir de los 8 años. Uno de los tumores más frecuentes es el Tumor de Mama en gatas.
A diferencia de lo que ocurre en la perra, aproximadamente el 80% de estos tumores son malignos, por lo que la detección y el tratamiento precoz son fundamentales al igual que ocurre en medicina humana.

Desgraciadamente muchos de los casos que vemos en consulta llegan muy tarde debido al desconocimiento de los dueños ya que al detectar éstos masas o bultos en las mamas de su gata confían en que sean "quistes" sin importancia. Cuando acuden a consulta han pasado ya muchos meses y el tumor ha crecido y se ha extendido a otras zonas del cuerpo con la consiguiente imposibilidad de tratamiento.

Muchos otros tumores afectan al gato geriátrico: tumores de piel, de órganos internos... El mejor método de controlarlos es su extirpación quirúrgica cuando antes para evitar su diseminación a otros órganos. Existe un temor natural a someter a nuestro gato geriátrico a una cirugía, precisamente porque se trata de un animal anciano. Debemos saber que previamente a la realización de una intervención se realizan siempre analíticas y electrocardiogramas que aseguran al veterinario que la cirugía va a ser segura.


Problemas nutricionales

Al aumentar la edad, aumenta la incidencia de la obesidad en el gato. Una de sus causas es la disminución de la actividad de la hormona tiroidea, que provoca que las necesidades energéticas disminuyan, por lo que lo que la dieta que antes no le engordaba, ahora si lo hace.

Además a esto se une la menor actividad física que realizan. Se debe considerar la obesidad como un problema grave ya que puede provocar una disminución de la función cardiaca y pulmonar y agravar muchas otras patologías ya que si en el curso de éstas el gato dejase de comer, su organismo al necesitar energía la va a obtener movilizando las grasas acumuladas.

Esto provoca una llegada masiva de grasa al hígado, lo que origina una Lipidosis Hepática, patología de máxima gravedad en el gato. Este proceso sólo ocurre en gatos obesos que dejan de comer. Debemos concienciarnos de que un gato gordo no es un gato sano, sino todo lo contrario. Somos los dueños los que controlamos lo que nuestro animal come, por lo que somos nosotros los que debemos hacer un esfuerzo, darles menos de comer según indicación veterinaria y pesarles semanalmente para controlar adecuadamente su adelgazamiento.

Existen actualmente dietas específicas para gatos viejos: son dietas con menos aporte en grasa y energía, con más fibra y con hidratos de carbono y proteínas muy digestibles lo que evita en gran medida la aparición de problemas renales y hepáticos además de evitar la obesidad. Gracias a estas dietas y a una mayor prevención, nuestros gatos vivirán más y mejor.

http://www.gattos.net/geriatrico/index.html
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http://elcurrunchodeaydan.blog.com.es/
 
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